martes, 19 de mayo de 2009

¿Cómo llegar?

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Para ver la localización de la iglesia, del restaurante y cómo llegar de uno a otro pulsa AQUÍ o en el propio mapa.

viernes, 8 de mayo de 2009

Homenaje Mons. Rouco: Menú que nos servirá Eurostars Madrid Tower


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Aperitivo (salones plantas 28 a 30):
Croquetas de Jamón Ibérico
Buñuelos de Bacalao
Daditos de Tortilla de Patatas
Variedad de Queso
Olivas del Sur
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Bodega:
Vino Blanco Terramundi Albariño
Vino Tinto Viña dos Seixas
Cava Parés Baltá Brut Nature
Aguas Minerales
Refrescos
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Almuerzo (Gran salón Brcelona):
Bisqué de Bogavante con Tartar de Langostinos
Buey de Mar relleno de Changurro tratado como una Ensalada
Meloso de Ternera con Patata de Xinzo y Reducción de Ribeiro
Tarta de Santiago
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Bodega:
Vino Blanco Terramundi Albariño
Vino Tinto Viña Dos Seixas
Cava Parés Baltá Brut Nature
Aguas Minerales
Refrescos
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HAGA YA SU RESERVA escribiendo al correo madrigallegos@gmail.com o en el teléfono 91 556 2379. Por favor, no acuda al acto sin reserva previa.
Encontrará más información en la entrada "preguntas y respuestas".

Asociaciones gallegas convocantes del homenaje a Mons. Rouco

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Centro Gallego de Tres Cantos
Centro Gallego Noroeste de Madrid
Centro Gallego Sierra de Madrid
Club de periodistas Gallegos en Madrid
Enxebre Orde da Vieira
Federación de Asociaciones Gallegas de Madrid
Grupo Cultural "Galicia en Madrid"
IURISGAMA - Asociación de Juristas Gallegos
Xuntanza da Capital da Terra Cha
Xuntanza de Galegos en Alcobendas

Si perteneces a una asociación gallega en Madrid que no está incluida en la lista anterior y deseas participar, por favor, ponte en contacto con nosotros a la mayor brevedad posible escribiéndonos a nuestro correo madrigallegos@gmail.com.

miércoles, 6 de mayo de 2009

Preguntas y Respuestas

Incluímos aquí una pequeña lista de preguntas y respuestas que han sido enviadas por correo electrónico a las diversas asociaciones convocantes para su difusión.

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¿Por qué hacer un homenaje a Mons. Rouco?

  • Porque muchos de nosotros compartimos con él nuestras raíces cristianas y gallegas.
  • Por sus 50 años de un servicio y ministerio convencido a la iglesia española y universal.
  • Por haber reavivado la tradición de las peregrinaciones a Compostela y trabajar por mantener viva la memoria del Camino.
  • Por su talento, talla y profundidad intelectual.
  • Por su brillante currículo académico y su magnífica trayectoria docente

¿Por qué asistir al homenaje a Mons. Rouco?

  • Porque será una buena ocasión para mostrar nuestro respeto y cariño por este gallego tan humano e ilustre a la vez.
  • Porque nos permitirá participar en una demostración de nuestro orgullo de ser gallegos y madrileños a la vez.
  • Porque tendremos la oportunidad de reencontrarnos con viejos conocidos y hacer nuevas amistades.
  • Porque estarán con nosotros más de medio centenar de gaiteiros que nos van a deleitar con su música y su arte.
  • Porque además, es una buena ocasión para conocer el “nuevo Madrid” de los negocios, uno de los sitios más emblemáticos de Europa.
  • Porque sólo cuesta 50 euros y tendremos aparcamiento gratuíto (dispondremos de cerca de 200 plazas en el propio hotel).
  • Porque, en fin, nos lo vamos a pasar muy bien.

¿Dónde encontrar más información?

Aquí, en http://madrigallegos.blogspot.com/, sobre:

  • Nuestro homenajeado: Currículo, entrevista, artículos varios, etc.
  • La Parroquia Sta. Teresa Benedicta de la Cruz, en donde se celebrará la eucaristía.
  • El restaurante (de la cadena hotelera Hotusa), donde tendrá lugar el homenaje.
  • La lista de asociaciones convocantes.
  • Planos de acceso tanto a la iglesia como al restaurante (en los próximos días).
  • Horarios, precio, etc.

A través del correo madrigallegos@gmail.com

A través de las diferentes asociaciones y colectividades gallegas convocantes del homenaje.

¿Cómo llegar a la iglesia?

  • La Parroquia de Santa Teresa Benedicta de la Cruz se encuentra en la Senda del Infante, nº 22. En el blog podremos encontrar un mapa de situación.
  • La estación de metro más próxima es Lacoma, línea 7.
  • Las líneas de buses que podemos utilizar son: 49 (Pza. Castilla-Arroyo del Fresno); 64 (Gta. C. Caminos-Arroyo Fresno); 133 (Pza. Callao-Mirasierra); 134 (Pza. Castilla-Montecarmelo).

¿Cómo llegar al restaurante?

  • El restaurante se encuentra en el Hotel Eurostars Madrid Tower, en el Paseo de la Castellana, nº 261.
  • En el blog podremos encontrar un mapa de situación.
  • La estación de metro más cercana es Begoña, línea 10.
  • Las líneas de buses que podemos utilizar son: 66 (Gta.Cuatro Caminos-Fuencarral); 67 (Pza.Castilla-Barrio Peña Grande), 80 (Pza.Castilla-Est.Chamartin); 124 (Gta. de Cuatro Caminos-Lacoma); 129 Pza.Castilla-Manoteras); 132 (Moncloa-Hospital La Paz); 134 (Pza.Castilla-Montecarmelo); 135 (Pza.Castilla-H.Ramón y Cajal); 137 (Cda.Puerta Hierro-Fuencarral); 147 (Pza.Callao-Bº del Pilar); 150 (Pta.del Sol-Virgen del Cortijo); 173 (Pza.Castilla-Sanchinarro); 174 (Pza.Castilla-Sanchinarro Este); 176 (Pza. de Castilla-Las Tablas); 178 (Pza.Castilla-Montecarmelo); SE704 (Pza.Castilla-Cement. Fuencarral).

Y si vamos en coche ¿dónde aparcamos?

  • El Hotel dispone de cerca de 200 plazas de aparcamiento.
  • Los tiques de aparcamiento son gratuitos a partir de la compra de tres tiques de entrada, pero es obligatorio reservar.
  • Podrán solicitarse a través del correo madrigallegos@gmail.com .

¿Cómo hacer las reservas?

A través de vuestras asociaciones o en las oficinas de Aegama:

  • Ingresando su precio (50 euros por persona) en la cuenta de Caixa Nova núm.: 2080 0590 03 0040003119, o por transferencia bancaria a la misma cuenta (deberá indicarse la referencia “Homenaje Mons. Rouco”) y enviando el correspondiente justificante por cualquier medio que deje constancia (correo, fax, vía electrónica, etc.) a la asociación que os vaya a facilitar el tique, o al correo madrigallegos@gmail.com, o al fax: 91 556 40 23.
  • Pago en efectivo en las oficinas de Aegama en la C/ Orense, 10 2ª plta. (tel: 91 556 23 79)

En todo caso, la compra del tique de entrada deberá hacerse ANTES DE 18 DE MAYO.

¿Cómo difundir el evento?

  • Por correo, reenviando la convocatoria cuyo modelo os hemos enviado.
  • Dando a conocer nuestro blog ( http://madrigallegos.blogspot.com/) y correo electrónico (madrigallegos@gmail.com).
  • Poniendo enlaces directos al blog y correo electrónico en vuestras páginas web.
  • Publicando una reseña del evento en vuestras publicaciones o revistas.
  • Comunicándolo verbalmente a toda persona que pueda estar interesada en asistir.
  • De cualquier otro modo que nos permita llegar al máximo número de gente posible.

¿Un consejo?

Bueno, mejor tres:

  • No dejéis la reserva parar el último momento, ¡puede que ya no haya plazas!
  • Procurad reservar mesas completas (8 a 10 personas) y así estaréis juntos.
  • Echad un vistazo al blog muy a menudo para que no os perdáis ninguna información de última hora.

martes, 5 de mayo de 2009

Ángel Paz: Aquel día de 1959...

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La misma ilusión

El 28 de marzo de 1959, monseñor Francisco Barbado Viejo, obispo de Salamanca, nos confirió el Presbiterado a 28 compañeros del Colegio Mayor San Carlos de la Universidad Pontificia de Salamanca; entre ellos, se encontraba quien hoy es el arzobispo de Madrid, el cardenal Antonio María Rouco Varela. El marco era incomparable: la catedral vieja de Salamanca. También era de una gran belleza y significado la ceremonia litúrgica: durante la celebración de la Vigilia Pascual. En las Bodas de Oro sacerdotales, los recuerdos se sedimentan, se adensan y van a lo esencial. Eso me sucede en estos momentos y pienso que lo mismo sucederá al señor cardenal.
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Recuerdo muy bien el día y la hora de nuestra ordenación. A las siete de la tarde, en una tarde luminosa y fresquita, aguardábamos en la puerta de la catedral, con nuestras vestiduras litúrgicas, llenos de agradecimiento y de esperanza: la esperanza de un sacerdocio vivido fielmente en el servicio a la Iglesia. Todo, también el ambiente pascual que ya comenzaba a respirarse, nos llamaba al optimismo, quizás un poco insensato, pero bastante acertado, de la juventud. La ordenación fue una ceremonia larga y solemne que duró hasta más allá de la medianoche: se siguió el rito establecido por Su Santidad Pío XII y, además, junto a los colegiales del San Carlos, se ordenaron muchos estudiantes más. Creo que todos los que nos ordenamos en aquella noche bendita hemos vuelto los ojos del alma a ella, pidiendo a Cristo resucitado su alegría, intentando que nuestro sacerdocio tuviese la misma confianza pascual con que comenzó. Seguro que el señor cardenal habrá recurrido más de una vez a la luz pascual de nuestra ordenación, cuando las tinieblas de nuestra época hacían especialmente delicado su ministerio episcopal.

Mirando hacia atrás.
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Al escribir estas líneas sobre nuestra ordenación sacerdotal, los recuerdos no se detienen en ella, sino que me llevan hasta nuestra niñez en Galicia en tiempos de tantas privaciones. Era el mes de agosto de 1946 cuando, lleno de morriña y de temor a lo desconocido, ingresé en el Seminario Menor de Lorenzana. La primera persona que vi fue un muchacho, jugando a la pelota en el claustro de aquel viejo monasterio benedictino convertido en Seminario Menor. Resultó ser Antonio María Rouco Varela. Antonio tenía entonces una gran afición al fútbol. No sé cómo se las arreglaba para conseguir, cosa nada fácil en aquellos tiempos, el periódico o el Marca; desde luego, seguía los acontecimientos futbolísticos con verdadera pasión.Poco a poco, fuimos descubriendo que Antonio María estaba siempre alegre, que conectaba con todos los compañeros, que era muy inteligente, que tenía una bondad natural extraordinaria, y que otra de sus principales aficiones era la lectura y tenía una notable capacidad de concentración en ella, hasta el punto de que no era fácil distraerle. El campo de sus intereses abarcaba un arco muy amplio.
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En el curso cuarto de Humanidades, caía yo gravemente enfermo del pulmón, aquellas enfermedades tan temidas en los años de posguerra y hambre, y perdí aquel curso. Lo que me resultó más doloroso fue el tener que dejar a mis queridos compañeros. A esas edades eso se siente como un penoso destierro. Pero, por fortuna, al llegar al Colegio San Carlos de Salamanca para cursar Teología en la Universidad Pontificia, encontré allí a don Antonio Rouco que empezaba entonces el segundo curso de Teología. Recordaré siempre que, desde el primer momento, se puso a mi disposición y me dijo algo así: «No te preocupes, yo lo pasé mal aquí los primeros días, pero te ayudaré para que a ti no te suceda lo mismo». Y, efectivamente, estuvo pendiente de mí los primeros días y me introdujo en el grupo de sus compañeros y amigos. He de confesar que, gracias a él, todo me resultó muy fácil.
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Él era ya sumamente apreciado por sus condiscípulos. Sobresalía su carácter afable, alegre, con sentido del humor, bondadoso, siempre delicado. Y, desde luego, lleno de una prudencia exquisita. Soy testigo de su extraordinario interés por la formación teológica, de su celo apostólico, de su piedad profunda y recia, de su preparación e ilusión ante las sagradas órdenes. Seguía, ahora a nivel teológico, con el mismo interés por la cultura y por los ensayos teológicos. En esos años, Salamanca era un auténtico hervidero cultural: eran los años de Incunable, de los cursos de cine de José Luis Martín Descalzo, de Film Ideal, del Premio Nobel de Albert Camus, de los teatros leídos...
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Ordenación sacerdotal
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Y llegó el tan ansiado día del paso definitivo, en el que habíamos soñado desde los lejanos años del Seminario de Lorenzana. Ese día, más bien esa tarde, nos entregamos al Señor con la ilusión de servir a la Iglesia dónde y cómo ella quisiese. Éramos lo suficientemente insensatos, santamente insensatos, como para firmar al Señor un cheque en blanco sin temor alguno a los sinsabores que pudiese traernos nuestro ministerio. ¡Gracias a Dios! Y, desde luego, los muchos años de trabajos no nos han hecho perder nuestra ilusión primera. Pusimos nuestro sacerdocio a los pies de la Virgen, encomendamos a ella que nos alcanzara la gracia del Espíritu Santo para mantenernos en la palabra dada..., y ella, no nosotros, nos ha hecho cumplir la palabra que dimos aquella tarde y acercarnos al Señor cada mañana con una juventud de espíritu renovada: Introibo ad altare Dei, -ad Deum qui laetificat juventutem meam...
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Ángel Paz Gómez. Vicario judicial de Mondoñedo-Ferrol
Reproducido con autorización del semanario “Alfa y Omega” Nº 634 / 26-III-2009